Para hacer de la meditación un hábito, no queda otra que practicar.
La meditación en la mañana no tiene porqué ser de media hora si no tienes tiempo, con un par de minutos, basta.
Las carreras por no llegar tarde, los atascos, las reuniones en el trabajo...levantarnos puede ser un poco estresante si pensamos en todas las actividades que tenemos por delante. ¿Pero sabes qué? Que puedes hacerlo todo y sin agobiarte.
Ahora, cuando estés tomando tu café, concédete el lujo de dedicarte 1 o 2 minutos a ti mismo.
¿Puedes invertir 1 minuto de tu tiempo en tI?
- Cierra los ojos, comienza respirando lentamente hasta sentirte bien y relajado.
- Visualiza como una bola de luz envuelve todo tu cuerpo.
- Visualiza como se hace más y más brillante.
- Esta burbuja te acompañará todo el día y hará que te sientas energizado.
Lo creas, lo vives.
Cuando dispongas de más tiempo, por ejemplo los fines de semana, vacaciones,...aprovecha este ratito para agradecer todo lo bueno que hay en tu vida.
Lo que das, recibes.
Cuando das agradecimiento, recibes más cosas por las que estás agradecido. Gracias.